desgarrada

y a veces me pregunto, ¿quién soy? ¿con quién estoy? ¿ por qué lo hago? con qué fin, me daño a mi mismx, si no soy feliz, si sé que no conozco a ese ser y aún insisto en que puede volver a ser, ese ser. Por qué lo hago, y caigo en lo mismo, es como una adicción. ¿OBSESIÓN?. Sigue con su camino, yo con el mio, y no hay donde encontrarse pero yo busco ese encuentro inhábito, Sublime.
¿qué hago? me viro, chao
Vuelvo
No puedo irme, a dónde giro, dónde roto, dónde camino, dónde llego, me pierdo, solo me dan ganas de llegar a ese pecho pero no está, las energías no son constructivas. Cada una tiene una dirección opuesta, cada una con sus diferentes señales y disidencias.
Y a veces solo quiero irme porque el odio nace. Mientras mas se ama, más se odia, y mientras mas se odia, mas fácil volver a amar y caer. Y odiar.Y amar. Y odiar. Que desaparezca. Desaparezcamos, escabullámosnos, Desconoscamsonos. Nos. Cosmos. Cos-mos. Cos-nos. 

Porque el afán de volver siempre a algo que da sensaciones de placer, sin importar lo que conlleve; una persona, una situación, un recuerdo, un lugar, una dosis. Ahí estamos, en busca del placer, mientras menos lo encuentro, mas lo quiero, y no importa si ese placer también te lo quieren dar, el universo conspira para el constante sufrimiento de nuestras almas. Y la angustia se transforma en la señal perfecta para odiar más.

Y aquí estoy, en el lugar con muchas energías que rebotan a mi cuerpo, que está lleno de energías ajenas, de personas que no conozco y no quisiera conocer, pero están ahí, y no soy yo la primordial, ya no soy yo a quien hablar y comentar tus inquietudes astrales ni sexuales, porque estás con otra alma(s). Porque ya estoy lejos de tu mente, tu alma está con otra re-encontrando. Porque mucho tiempo transcurrido no lo creía tan determinante, pero volver con tanto vacío y construido en lo ajeno, me perturba.
y ya no sé en qué terminó la historia

INTERNAR

¿qué es eso? 

Corre y corre por dentro, sin ninguna razón o motivo, no lo encuentro, no lo hayo -diría mi abuela -. Insisto, qué es esto, la ansiedad consume el deseo y la experiencia consume la acción, porque solo lo hago, avanzo; no pienso, y cuando lo hago; ME HUNDO. Llego y toco fondo, como en un gigante embalse de agua densa, ultra densa. Dejo de pensar y acciono. La veo, me mira, sus ojos profundos, sus párpados se cierran, siento su cintura, esa curva que me lleva lejos, más profundo; como su mirada, sus colores que emanan de su rostro, están ahí, son luminosos, su sonrisa es luminosa, esos labios suaves son tímidos -y luminosos - pero llenos de osadía que cuando me empiezan a recorrer nadie los detiene, y yo me dejo mientras ella sigue, y me persigue, y seguimos, y "ahh" un suspiro exhalo, luego otro, y otro más fuerte y llego lejos, estoy alli con los ojos cerrados me muevo y me encuentro con los placeres, con el goce que emana de lo mas profundo

subo

sube

ella

yo

subimos, no bajamos, estamos en las alturas, montaña rusa. Solo seguimos ahí, no veo ni siento nada más, absoluta nada. Solo ella y yo en esas alturas indomables, nos balanceamos de un lado a otro. Me roza, me rodea, me palpa, la rozo, la rodeo, la palpo; ENTRA. Suave entra y sale, sutil, vuelve a entrar. Va y vén de dedos.

SENTIRLE

Camino, sigo, respiro, siento, miro; es una calle, no sé cual, no sé como he llegado, solo llegué. Está ahí. En frente, a pasos de mí, se ve desinteresado, mira a todos lados, no sé qué es, pero algo busca, tal vez a alguien, yo sigo, me llama la atención pero no la suficiente. Empieza a caminar, lo sigo, siento que tiene algo que me interesa, de la nada siento esa necesidad, como un llamado. Siento un olor, es cuático ese olor, siempre lo puedo reconocer, me trae recuerdos nostalgicos y ansiosos. Me adelanto, le miro el rostro, juro que es él, lo miro bien, me acerco, él es inexpresivo como si no me conociera, yo si recuerdo conocerlo, haber estado con él en la vida real, fuera de toda fantasía, sé que es él y lo recnonozo, siento tal deseo, apetito al imaginar que saboreo ese momento en que rozo sus labios. Él, esta detenido pero no se inmuta, no mueve un brazo, lo miro y todo da vuelta, siento como si hubiera una camara grabando trecientos sesenta grados alrededor nuestro, yo soy la cámara pero mi cuerpo está ahi, frente él, anhelando su cuerpo, su torzo, su piel cruda junto la mía, esta oscuro y frío pero siento un ardor en el pecho. Mira mis ojos pero no tan profundamente como yo miro los suyos. Me mira por última vez [sigue inexpresivo] me hace a un lado y sigue su camino. Cierro los ojos, los abro, corro hacia donde él. Ya no está. Se fue como se va el tiempo, también; de repente.

Y si,

y si, caminara por ahí, viniera para acá, fuera hacia allí, me voy por allá, me escabullo hacia otro lado, conozco otros seres, y si, no estuviera acá, sino allá.

Remonto a un invierno pasado