Hoy, después de mucho tiempo entré al blog - curiosamente lo hago siempre que tengo problemas y estoy media atada a decisiones-, sucede que ví este post a medio escribir que dejé el 28 de marzo del 2016, recuerdo que se me ocurrió inventar una historia con la que me sintiera representada en cómo una humanidad casi perfecta pudiese vivir en paz. Pasó que al final me di cuenta que dejé una frase incompleta, la leí y me cuestioné por qué no la habré terminado, ahora, después de dos años, tampoco sabría terminarla, la verdad que no pude determinar las reglas por las que una comunidad debe regirse para vivir en paz y sin maldad. Fin.
El post decía algo así:
Generalmente, suelo pensar en un mundo distinto, nuevo, deseado y totalmente soñado, en verdad, es genial pensar en aquel mundo!! me hace volar a otros lugares, mágicos...
"Aquel mundo era tan excéntrico, era muy llamativo, tan distinto y maravilloso, con colores fuertes y bellos, las seres eran hermosas! tan pequeñitas y liveanitas, que daba la impresión que con un soplido salpullirían, pero no, ellas eran tan fuertes como cualquier otro ser de aquel lugar. Lo quise llamar "Prado", en realidad era único, merecía nombrarlo así. Estaban los guardianes del supuesto Prado, eran raíces de árboles enormes y muy valientes, defendían de todo mal, combatían como guerreros ante cualquier entrometido. Por otro lado estaban los seres mas mágicos de ahí, eran increíbles, altos con una postura muy erguida y unas alas que al caminar se les arrastraba por el suelo, pesadas y fuertes, tan así que en el vuelo contraatacaban con el aire; Por supuesto que no faltaban los curiosos seres terrestres, de malas intenciones, pensamientos mediocres y esa inaudita actitud que contempla superioridad terrenal, que los guardianes debían estar controlando permanentemente; si no fuera por aquellos seres. el maravilloso Prado estaría invadido por malos entes, su naturaleza no florecería, y todas las especies se desvanecerían ante los malditos espíritus y almas inhibidas dentro de aquellos cuerpos...No dominaba ningún líder, ningún soberano. Era inexistente un ser superior el cual dominara esta comunidad, por lo que vivían en paz y armonía todos los habitantes, con sus propios principios, respetando exactamente tres mandatos que consistían en; respetaremos a nuestro compañero de hábitat - lucharemos por la justicia - no
