miércoles, 18 de noviembre de 2020

PERSONAS, SERES, SENTIRES.

Un poco inquietante pensar en cómo la vida pone diferentes situaciones en frente, y como se van viviendo a través de personas tremendamente interesantes, tan diversas emociones, con ello [y ellas; personas)] aprendizajes, diferentes saberes, por cada persona un saber excepcional, desde lo mas emocional y translúcido a lo racional y profundamente misterioso. Cada sentir, un saber. Cada ser, un valor. Cada experiencia, una etapa. Y cada vivencia, un recuerdo. Todo parte de una vivencia, tal vez en el pasado, pero sin duda repercute en el presente y en el futuro. 

Fundamental recordar que de cada una de estas experiencias nuevas, sensaciones y acciones se rescatan y adoptan al estilo de vida que se lleva, es decir, en innegable que cada persona que pasa, deja un rastro imborrable, lo que nos hace volver al estado vulnerable de las almas. Almas pobres y deseosas de ser llenadas, lo que hace recordar que somos seres sociables, dependientes de un resto pero al mismo tiempo independientes y capaces de crecer como individuos que al encontrarse con otro, pueden generar un todo.

Indudablemente, el tiempo transcurrido en una de esas socializaciones es variable y relativo, depende de un espectro mas allá conocido por nuestra simple especie, puede que otros animales sean mas instintivos y perciban realistamente la dimensión tiempo. Los seres humanos llevamos demasiado tiempo cuestionándolo e indagando en el pasar de la existencia, lo que nos ha inquietado sin duda a vivir de una forma limitante [ya que definir un tiempo es un límite, mas aún cuando se es consciente de aquello]. A vivir de una forma extrema, al saber que hay momentos que no se repetirán se desea vivirlos al máximo, aumentando la ansiedad de las experiencias, subiendo cada vez mas, pero lo que nadie recuerda en ese punto es que habrá una bajada y mientras mas alto... 

A pesar de todo, es indudable la atracción ante una situación específica, ante una persona específica, eso que no se logra descifrar, solo te llama y el deseo es consciente de aquello. Y si esto es así, es parte del instinto, de un impulso, ímpetu, desde un dentro profundo y poco conocido - es por esto que cuando se siente, es una real montaña rusa en el interior - y aprovecho de recordar que es lo común dentro de una especie, a diferencia de otras, la humanidad le ha dado cada vez mas un significado supra-valorado - tal vez -. Sea como sea, primero: nunca lo sabremos porque es inconcebible de racionalizar un instinto, segundo; es eso, un instinto, no se ha de profundizar mas allá, o se ha de salir de la cordura. 

No olvidar las emociones y aprendizajes de cada persona interferida en nuestro camino, y que para eso son los vínculos, si una persona logra mas allá y cambia nuestras vidas, pues eso es lo interesante.

Lo que sin duda se puede racionalizar y concretar, mas bien, afirmar es que entre las personas, todo esta energéticamente relacionado

domingo, 8 de noviembre de 2020

 Ojos, 

mirada profunda vs.

Mirada deseosa

Respiración y pulso en aumento

Algo comienza a arder en lo profundo del cuerpo

Un deseo de tacto, proximidad.

Unos labios poco humedos, se visualizan 

Mi lengua humedece los mios y otros órganos

Se topan los labios .

Todo sube y se siente, el deseo incrementa

Movimiento de caderas al ritmo del deseo

Unos besos que no paran, cambian de posición 













 En verdad las cosas no son para siempre, claro está pero a veces cuesta creerlo hasta que pasa algo que te hace recordar que es cierto, que si existe un fin, eso que temias llegara, que conversabas contigo y con esa persona y era casi imposible que pasara. Bueno, pasó, un sentimiento que corroe en tu ser, te detienes por un segundo a entender lo que esta pasando 

viernes, 6 de noviembre de 2020

Una extraña sensación abarca mi totalidad corporal y emocional.

Una sensación de vacío, indiferencia o tal vez algo de ese extraño espacio que inmuta inconscientemente los pensamientos.

Como una leve detención de los acontecimientos o se ha salido todo del flujo natural de las cosas, o de las cosas que quisiera hacer 

Esa sensación de estar construyendo algo que sientes te hace bien, pero el clásico, algo tiene que pasar que detiene el flujo de las cosas, o de las cosas que quería sucedieran

Evidentemente el flujo de las cosas no era el que yo quería, sino no sería fluido sino forzado. Tal vez siempre se estuvo forzando, desde un comienzo, tal vez simplemente no es el destino, y es algo que hay que aceptar.

Qué quiero

 Tal vez no tengo tajantemente claro lo que quiero pero sí muchas cosas que no quiero.  no quiero sentirme sola, abandonada, mal acompañada,...